“En principio, bregamos todos por la unidad para no llegar a una elección interna. Puede ser que sea candidato, eso lo va a decidir el plenario nacional de la Agrupación Abdala. Tenemos diferencias importantes con el sector de Yasky: la caracterización del gobierno y el tipo de central obrera que queremos. Ellos creen en la constitución de un partido político y tienen más simpatía por el modelo de la CGT. Y estas diferencias nos pueden llevar a la confrontación. En 2006, acordamos con Yasky que este año yo asumiría como secretario general. Pero no juzgo eso hoy. Pasaron cuatro años. Igual me cae mal ver las paredes pintadas ‘Yasky conducción’. No es nuestro estilo poner a una persona encima de todo, y mucho menos si no lo proclamó nadie”.
Palabras ‘asombrosas’ de Pablo Micheli (diario Perfil, 23/5): pide a Yasky que cumpla un ‘pacto de caballeros’ de la rotación y dirección compartida, esto “para no llegar a una interna”, por encima de descomunales diferencias políticas. Ya señalamos en un articulo anterior (ver Prensa Obrera Nº 1126) que Yasky y De Gennaro buscarían tapar la crisis mortal de la CTA con un pacto que sancione la dominación del ala kirchnerista de Yasky, y por lo tanto la alianza política con la burocracia de Moyano. Los militantes que defienden la independencia y subsistencia de la CTA están obligados a repudiar este pacto político.
Asistimos al vaciamiento final de la CTA lo que constituye un golpe para quienes pelean por sindicatos independientes en sus lugares de trabajo o sindicatos, sobre la base de contar con un apoyo mayoritario o de masas.
Los plenarios nacionales realizados por los Abdalas de Yasky y De Gennaro son movimientos de aparato para avalar este arreglo espurio por arriba. El congreso nacional eligió en dos minutos la junta electoral, sin debate alguno ni confrontación: 60% degennaristas, 40% yaskistas. ¿Será esa la conformación de la futura mesa? ¿O tal vez mitad y mitad para dirimir la “rotación” de la secretaría nacional?
En el congreso nacional de ATE se denunció que intendentes kirchneristas afilian para Yasky. Los padrones de D’Elía y de Milagro Salas serán decisivos en el “recuento de porotos” electorales –no los sindicatos.
Es muy claro que Yasky entregó la huelga docente neuquina, como entregó la de San Luis, la de Jujuy y todo el salario docente. Pero lo mismo hizo ATE-Neuquén, dirigida por el bando rival.
ada más alejado que una campaña de lucha política por la democracia sindical. En oportunidad del estrepitoso fracaso de la invitación argentina a la misión de la OIT, el degennarismo le cubrió la espalda a Yasky con un acto de compromiso. Ni siquiera se planteó una medida de lucha para obtener la personería de la central, como sí lo hizo el subte, que se jugó solo en este reclamo por su propio sindicato. En lo que hace a la libertad sindical, el Suteba acaba de citar a distintos activistas opositores a un “tribunal de ética”, lo mismo que hizo la UTA con el subte. Amelia García, secretaria del Suteba La Plata, víctima de fraude, ahora es privada de su cargo de delegada de escuela elegida por sus compañeros. La otra pata de la burocracia de la CTA, el degennarismo, en lugar de protestar por este atropello reclama compartir los cargos con sus autores.
La acusación a Yasky de hacer un partido político es sorprendente, porque ha sido el degennarismo el impulsor del “instrumento político”, al estilo del PT brasileño. Es cierto que pretendía tener por base a un “movimiento social”, pero que quería poner en pie con los kirchneristas D’Elía y Milagro Salas. De Gennaro fue el ‘celestino’ de la Alianza y apoyó al ARI y al Frepaso, luego a Ibarra un kirchnerista vergonzante, por cuya lista entró Lozano como diputado. Recientemente, participó en la exhibición del frente entre la UCR, Stolbizer y Binner. El punto que no asume Micheli es que lo que jamás han querido hacer en la CTA es un partido político de los trabajadores.
La cuenta regresiva para las elecciones de la CTA está en marcha, y el debate (frío hasta ahora) entre los luchadores tiene que intensificarse.
En estos días, todas estas cuestiones quedaron planteadas en un debate con Raquel Blas, secretaría de ATE Mendoza; otro tanto haremos en la próxima mesa redonda con Piccinini y Teres en Villa Constitución.
El Partido Obrero impulsa la lucha por una nueva dirección en la CTA.
Néstor Pitrola
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